El modelo, que nació en Buga liderado
por el Alcalde, John Harold Suárez Vargas, será replicado en todo el país. El
texto completo de la noticia difundida por el diario El tiempo es el siguiente:
El anuncio lo hace en esta
entrevista la ministra de Educación, Gina Parody. Revela que el presidente
Santos firmará en los próximos días un acuerdo con Ecopetrol, que dará 60.000
millones de pesos para financiar alfabetización.
Precisa además que la financiación
de su programa educativo requiere 4 billones de pesos, que los obtendrá de la
elevación a 1 por ciento de lo que produce Cree, para destinarlo exclusivamente
a educación en forma permanente y de parte de los ingresos que el Estado
recibirá por la proyectada reforma tributaria.
También explica el resto de sus
metas como ministra: educación obligatoria hasta el grado 11, jornada única
escolar, estímulos al magisterio, aumento de escuelas, mayor calidad en la
educación tanto básica como superior y universitaria, eliminación de las
‘universidades de garaje’ e impulso al bilingüismo en la educación.
“El reto es gigantesco porque la
meta es alta: Colombia, la nación más educada en el 2025. Tenemos cinco líneas
de acción: excelencia docente, jornada única, no alfabetismo, Colombia bilingüe
y educación superior con tres retos: acceso, calidad y pertinencia. La tarea es
mayúscula.
¿De dónde viene la importancia de la
jornada única?
Ahí nace la desigualdad en Colombia.
Los niños de familias con recursos estudian ocho horas o más, y los que no los
tienen estudian cinco o menos. Eso lo que nos está diciendo es que el futuro de
un niño depende del hogar donde nace, y lo que tenemos que hacer es que todos
los niños tengan igualdad de oportunidades. La paz seguramente se va a firmar
en La Habana, pero la educación es la que va a construir la paz en Colombia. Y
es a través de la educación como vamos a tener equidad. Entonces la jornada
única es un elemento central para tener mejor educación. Eso implica la
construcción de más colegios.
¿Cuántos más planea construir?
Serán 80 colegios más cada año, en
todo el país. Hoy tenemos 12.845 colegios. Bogotá es un territorio difícil
porque no hay tierra. El alcalde Petro no ha podido cumplir su meta de colegios
por falta de tierra. El Distrito no la tiene.
¿Cuáles son las cifras para la
jornada única?
En el sistema escolar hay 10
millones de niños. Tenemos 8,9 millones de niños en el oficial. Ahí necesitamos
ampliar docentes y alimentación. Son tres estrategias: más colegios, más
docentes y al niño hay que darle almuerzo.
¿Qué financiación requiere todo ese
programa?
Cuatro billones de pesos.
¿Y cómo obtendrá semejantes
recursos?
En el Congreso de la República. En
la reforma tributaria que el Gobierno está preparando viene una gran partida
para educación. Quienes más recursos tienen deben aportar a la paz, a la
equidad y a la educación. El Presidente lo ha dicho: más que una reforma
tributaria, es una gran reforma social, que al final nos va a beneficiar a todos
los colombianos.
¿Qué tan grave es el problema de la
falta de preparación de los docentes?
Tenemos buenos docentes, pero
también hay que incentivarlos y estimularlos. La escala salarial es muy plana.
No tiene ningún tipo de estímulo. Queremos becar por lo menos a una tercera
parte de los actuales maestros para que puedan hacer maestrías o doctorados.
¿Cuántos maestros y maestras hay en
Colombia?
Son 330.000. Solo 94.000 tienen
maestría y doctorado.
Queda un porcentaje grande…
Una discusión que hoy tenemos es
cómo debe ser la evaluación de docentes. Es un punto central; debe ser una
evaluación que vaya más allá de un examen y que no sea un castigo sino una
oportunidad de mejorar la educación.
¿La falta de buenos salarios no
puede ser una de las causas de la deficiencia?
Ese es un diálogo que vamos a tener
permanentemente. Hoy, los maestros no están equiparados con todos los
profesionales en Colombia. Tenemos que caminar hacia una nivelación salarial.
El año pasado tuvieron un punto por encima del alza del salario que aprobó el
Gobierno para todos los funcionarios, y este esfuerzo debe continuar.
¿Cómo proyecta erradicar el
analfabetismo?
Colombia todavía tiene un 6 por
ciento de la población analfabeta. Son 2.680.000 personas mayores de 15 años.
Cifra altísima. Si uno está hablando de Colombia la más educada, no puede tener
tantos analfabetas.
¿Imposible de lograr la meta?
Ya estamos avanzando. En los
primeros cuatro años de gobierno, 500.000 personas fueron alfabetizadas. Ahora
queremos alfabetizar a 800.000 más. En los próximos días, el presidente Santos
va a firmar con Ecopetrol un acuerdo que nos dará 60.000 millones de pesos para
financiar la alfabetización de 100.000 personas.
Si el índice hoy es del 6 por
ciento, ¿usted aspira reducir el analfabetismo a cuánto?
Al 4 por ciento, y así Colombia
podría ser declarado un país libre de analfabetismo, porque esa es la cifra que
establece la Unesco. Esa es una de mis metas como ministra de Educación: que
Colombia sea declarada libre de analfabetismo.
La educación en Colombia es
parcialmente obligatoria.
Sí. Lo es hasta el grado noveno.
Aspiro a que lo sea hasta el grado 11. Es una propuesta que tiene el partido de
‘la U’ que a mí me gusta mucho.
"Son 2.680.000 personas mayores
de 15 años. Cifra altísima. Si uno está hablando de Colombia la más educada, no
puede tener tantos analfabetas", dice la ministra.
¿Que podría llevarla al Congreso?
Nos gustaría incluirla como parte
del Plan Nacional de Desarrollo que se va a centrar en que Colombia sea una
nación más educada.
¿Hoy estamos mal en materia de
calidad?
Nos falta mucho en calidad.
¿Y en qué consiste su programa sobre
bilingüismo?
Es una necesidad de Colombia y de
todos los países que están aspirando a ser mucho más competitivos. En nuestro
país, solo el 2 por ciento de los muchachos que salen del colegio hablan
inglés. Y solo el 6 por ciento de la universidad. Hoy, solo dos colegios
oficiales sacan buenos bilingües: el Alexander von Humboldt y la Institución
Educativa Junín.
¿Y cómo impondrá el bilingüismo?
Metodología y docentes. En el Sena
ya lo probamos: contratamos un grupo de personas cuya lengua madre era el
inglés para que acompañaran a nuestros docentes, a subir su nivel en ese
idioma. Y fue exitoso. Voy a comenzar a traer estos voluntarios a las escuelas
normales, donde se forman buena parte de los docentes del país.
¿Las escuelas normales están mal?
No, son muy buenas, pero Colombia no
tiene cultura de un segundo idioma, y eso es lo que tenemos que mejorar. Allí
se forman nuestros docentes.
¿Cuáles son los obstáculos para que
un joven llegue a una universidad?
Primero, que no logra pasar el
examen de admisión. Si mejoramos la educación básica y media, habrá jóvenes
mejor preparados para acceder a la universidad.
Pero es que el problema también es
la falta de cupos…
Esa es la segunda barrera. Parte del
CREE (Contribución Especial de Renta
para la Equidad) destinado a educación nos va a permitir ampliar la oferta de
cupos. Tienen que ser cupos de calidad, en donde nos falta mucho. Tenemos 286
instituciones de educación superior, y de esas solo 33 están acreditadas como
instituciones de alta calidad por el Consejo Nacional de Acreditación (CNA).
Tenemos que lograr que muchas más se acrediten.
El Cree es transitorio. Solo fue
creado para tres años. ¿Qué va a hacer?
Hay un debate en comisiones terceras
sobre ese punto del CREE. Creo que
debe dedicarse ese punto solo para educación y volverlo permanente.
¿Cuánto significa ese punto?
Son 1,2 billones de pesos. Para
educación superior es muy importante esa suma. Hay un proyecto de ley que
establece que ese punto se convierta en un punto permanente. El proyecto ya ha
sido aprobado en dos debates. Va bien.
¿Aquí también se requiere una
evaluación de lo que existe?
Hacia allá tiene que ir el país. La
evaluación tiene que ser una cultura en Colombia que nos permita saber en dónde
estamos, para saber a dónde vamos. No una cultura de castigo, sino una cultura
de mejoramiento. Tenemos que familiarizarnos con las pruebas del Icfes, por
ejemplo, porque si no, nos llegan las pruebas internacionales y nos rajamos.
Además vamos a transitar rápido hacia pruebas en computador.
¿Qué se requiere para abrir nuevos
cupos en la Universidad Nacional?
La Nacional ha sido una de las más
reacias a tener nuevos cupos porque necesitan financiación. Cada cupo cuesta 21
millones de pesos al año. Por eso es indispensable el punto que pedimos del
Cree. En la Nacional se están construyendo nuevas sedes; acabamos de aprobar un
proyecto para una nueva sede en Villavicencio.
El Congreso acaba de realizar un
debate sobre las llamadas ‘universidades de garaje’. ¿Qué se va a hacer?
Una facultad no puede abrir un
programa si no ha surtido un primer paso que se llama “registro calificado”.
Menos se puede abrir una universidad.
¿Tiene herramientas para combatir a
las ‘universidades de garaje’?
No. Vamos a pedir medidas cautelares
y más herramientas. El Ministerio tiene la función de inspección y vigilancia
para proteger el derecho a la educación de calidad de los alumnos. Necesitamos
las medidas cautelares para intervenir esas universidades y suspenderlas hasta
cuando el proceso de revisión haya terminado. Vamos a presentar ese proyecto
para suspender transitoria o temporalmente universidades que no cumplan con los
parámetros establecidos por la ley.
¿Cuántas ‘universidades de garaje’
hay en Colombia?
Hasta hoy tenemos 160 sanciones. El
propósito es acabar con las ‘universidades de garaje’, con un proceso de
inspección y vigilancia que esté acorde con la calidad de la educación superior
que requiere el país. A esto le vamos a poner toda la atención para no engañar
a los jóvenes.
¿Sus metas en educación
universitaria?
Acceso con equidad; más cupos; más
calidad.
‘Es necesario reconocer la
diferencia’
¿Qué tan responsable es el Gimnasio Castillo Campestre del suicidio del niño
Sergio Urrego, debido al hostigamiento que sufrió por su homosexualidad?
La Secretaría de Educación de
Cundinamarca, que es la competente para este caso, tiene que estudiar si se
violó la ley de convivencia. Si lo hizo, hay sanciones que van desde la
amonestación pública hasta cancelar la licencia de funcionamiento.
¿Qué debe hacer un colegio cuando un
niño o una niña es homosexual?
La discriminación, por razón de
sexo, raza o religión, está prohibida por la Constitución. Lo que los colegios
tienen que hacer es convertirse en territorios de paz en donde no haya matoneo
porque un color distinto de piel, una religión distinta o una condición sexual
distinta. El colegio tiene que ser el oasis de los niños, un territorio de
amor, de paz, de calidez…
¿Qué hacer para lograrlo?
Para que la sociedad avance, es
necesario reconocer que hay mucha gente diferente, que piensa distinto, que
puede haber conflictos, pero que se tienen que solucionar de manera pacífica.
Colombia debe dejar de ser un país violento en todo sentido. Tenemos que
avanzar hacia una sociedad en donde el respeto sea importante, y que mi derecho
debe ir hasta cuando comienzan los derechos de los demás. Eso a veces no lo
tenemos claro los colombianos. Este caso dolorosísimo del niño nos invita a
aprender que nos tenemos que respetar dentro de la diferencia.
YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO